¿En qué consiste el Feedback Sandwich?

Imagina un sándwich. El “pan” son comentarios positivos y constructivos, mientras que el “relleno” es donde tocas el área de mejora específica. Este método te permite mantener un equilibrio entre el reconocimiento positivo y la corrección en los puntos que necesitan mejorar.

1. Empieza con lo positivo

Abre la conversación destacando algo que el colaborador hace bien. Esto no solo crea una atmósfera más receptiva, sino que también refuerza lo que quieres que continúe haciendo. Por ejemplo: “He notado que últimamente has manejado muy bien las interacciones con los clientes cuando entran al local, ¡tu energía es contagiosa!”

2. Ofrece el área de mejora

Aquí es donde introduces de manera directa y clara lo que deseas que mejore. Es importante que seas específico para que el mensaje no se pierda. Por ejemplo: “Sin embargo, en algunos momentos veo que podrías estar más atento a los detalles. Por ejemplo, al registrar las ventas, a veces se te escapan algunos datos clave, lo que puede retrasar el cierre del día.”

3. Cierra con una nota positiva o constructiva

Termina reforzando tu confianza en la capacidad del colaborador para mejorar y ofreciendo apoyo. Esto deja al empleado con una sensación de motivación y confianza. Por ejemplo: “Estoy seguro de que con un poco más de atención en ese punto vas a mejorar mucho. Si necesitas ayuda puedes contar conmigo, sé que puedes hacerlo.”

¿Por qué funciona?

El Feedback Sandwich no solo transmite el mensaje, sino que también fortalece la relación entre líder y colaborador. El colaborador se siente valorado y motivado a mejorar sin quedar atrapado en el aspecto negativo del comentario.

Empieza hoy mismo a aplicar esta técnica y verás cómo, con pequeños ajustes en tu manera de dar retroalimentación, lograrás resultados sostenidos en tu equipo. Si quieres aprender más sobre las habilidades de liderazgo, te invitamos a seguir nuestro contenido.