La inserción de las mujeres en el mercado laboral ha sido creciente y masiva en las últimas décadas a nivel internacional, así como también el acceso a la educación.
Pero a pesar de los logros educativos alcanzados por las mujeres, estos no se ven traducidos en una mejora comparable en posición dentro del mercado laboral. Aunque los grandes avances no deben ser menospreciados, hay que reconocer que aún queda mucho trabajo por hacer si realmente pretendemos tener organizaciones con equidad de género plena. Las desigualdades entre varones y mujeres tal vez hoy sean menos grotescas, pero siguen siendo evidentes.
Algunas cifras tal vez sean útiles para tomar real dimensión de la brecha:
- Los hombres ganan en promedio un 23% más que las mujeres que tienen la misma función. En algunos países la brecha llega al 45%
- En comparación con los hombres, las mujeres dedican hasta 3 horas más por día a las tareas domésticas
- 7 de cada 10 personas en posiciones de liderazgo son hombres
- Más del 90% de las mujeres que están fuera del mercado laboral cuidan de un familiar dependiente, mientras que este número cae por debajo del 10% en el caso de los hombres inactivos en el mercado
La gente que aún no se termina de convencer al respecto, es porque tiene naturalizadas esas desigualdades y las ve como normales. Por suerte, cada día más segmentos de nuestra sociedad (tanto mujeres como hombres) se comprometen a desnaturalizar las prácticas sexistas y tomar una posición al respecto.
De a poco, muchas empresas están tomando cartas en el asunto, diseñando acciones y reglamentos que ayudan a disminuir la desigualdad de género en sus organizaciones, fomentando una cultura de respeto e igualdad de derechos para todos.
Si estás investigando al respecto y quieres conocer algunas de las buenas prácticas que pueden comenzar a incorporarse, te invitamos a ver la grabación de nuestra Webinar al respecto. En ella podrás escuchar a dos consultoras que son especialistas en la temática.
¿Qué buenas prácticas vas a implementar en tu organización?